Desde el Colectivo Cultural LATA DE ZINC saludamos la decisión del Ayuntamiento de Oviedo de levantar la prohibición de organizar conciertos en los bares de nuestra ciudad. Aquella ordenanza mal llamada "anti ruidos" fue un error y rectificar es de sabios. Si a lo largo de estos 5 años de veto a la música en directo Oviedo ha seguido sonando, eso se ha debido al empeño de los grupos musicales, y a un puñado de hosteleros y asociaciones culturales que sin ningún tipo de ayuda municipal han hecho que en esta ciudad siguiesen siendo posibles los conciertos de pequeño y mediano formato.
Desde LATA DE ZINC seguimos pensando que Oviedo sigue dejando mucho que desear en materia de cultura juvenil y alternativa. Es necesario una mayor apuesta de la Concejalía de Cultura por otras manifestaciones culturales descuidadas en esta ciudad como el rock, el jazz, el cine de autor, el teatro y en general las nuevas tendencias artísticas. Esta ciudad no sólo puede vivir de zarzuela, ópera y conciertos de música clásica. Urge escuchar a creadores, asociaciones, promotores y público, y tomar medidas como recuperar el Festival de Jazz o convertir la vieja Fábrica de Gas en un centro cultural multidisclipinar, como hemos propuesto varios colectivos sociales asturianos, artistas, intelectuales y el Foro de Urbanismo Crítico. Vetusta necesita despertar de su siesta.
* En la imagen Burbujas y Seres Despreciables desafiando prohibiciones en un conocido bar ovetense. Foto de Oscar Parasiego.
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